Las Freylas será reformado. El histórico edificio ubicado junto a la basílica de Santa Eulalia tendrá por fin un uso gracias al acuerdo que se ha llevado a cabo entre el ayuntamiento de Mérida y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas con la mediación de la Junta de Extremadura.
Será el CISC, por tanto, quien se encargue de la ambiciosa reforma del edificio y su posterior uso como sede del Instituto de Arqueología de Mérida. El consistorio emeritense, dueño del convento desde el año 2007 en el que se adquirió el edificio a la familia Molina-García, consigue, de esta forma, la ansiada reforma y apertura de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad y que desde hace lustros se encontraba vacío, sin contenido.
Ubicado junto a la basílica de Santa Eulalia, esta construcción, que albergó el antiguo convento de Santa Olalla de freylas comendadoras de la orden de Santiago, tendrá uso siendo referente de las investigaciones arqueológicas de la ciudad albergando la sede del IAM. Además, con la caída del muro que divide las parcelas entre la iglesia y el propio convento abandonado, se podrá acometer en el futuro próximo, tras la reforma del edificio, la mejora de la gran plaza en dicho entorno y ya anunciada por el alcalde, Antonio Rodríguez Osuna.
El ayuntamiento ha decidido ceder el uso del antiguo convento al CSIC por 75 años. Un centro que se compone de tres patios, corral y varias edificaciones y que ocupa un espacio de mil seiscientos treinta y dos metros cuadrados. Como marca el convenio se trata de una cesión temporal y el uso, como se rigen todos los bienes patrimoniales municipales, deben destinarse a utilidad pública o interés social siempre en beneficio de intereses públicos de carácter local, como así va a ser con la instalación allí del Instituto de Arqueología de Mérida.
Para Mérida supone la consecución de un anhelo histórico, no sólo con la adquisición del mismo sino con la garantía de reforma y uso del edificio. El Equipo de Gobierno, con esta firma del acuerdo de cesión, confirma su interés por recuperar para la ciudad sus edificios históricos y que han marcado el carácter de la capital extremeña durante siglos.
Historia del Convento
Como recoge el profesor José Antonio Ballesteros Díez, en un artículo de investigación de la revista ‘Eulalia’, el convento de Santa Olalla, de freylas comendadoras de la Orden de Santiago, se estableció en Mérida en el año 1530, como resultado del traslado a esta ciudad de la congregación femenina existente en el monasterio de Santiago de Robledo, situado en la sierra de Montánchez, territorio que, como el partido de Mérida, estaba bajo la jurisdicción señorial de la Orden de Santiago. Se construyó adosando el edificio al muro de los pies de la Iglesia de Santa Eulalia, tapiando así la Puerta de los Perdones y comunicándolo con la basílica a través del coro alto.
Este inmueble, declarado Bien de Interés Cultural, pasó a propiedad privada tras la desamortización de Mendizábal en 1836 y fue utilizado hasta hace unos treinta años como almacén de maderas, aunque sus propietarios siempre intentaron conservar los elementos arquitectónicos e históricos del edificio, del siglo XVI.
El Consorcio, en excavaciones realizadas en el solar, ha documentado parcialmente cuatro edificios de posible carácter funerario anteriores al convento. Asimismo, en el espacio libre entre ellos se ha registrado en torno a una veintena de tumbas de distinta tipología pero ya expoliadas posiblemente en época tardoantigua, hacia el siglo V. El Consorcio data estos hallazgos entre los siglos III y IV, en la última etapa de la dominación romana.
Declaraciones de la portavoz municipal, Carmen Yáñez, el consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital de la Junta de Extremadura, Rafael España; y la directora del CSIC, Rosa Menéndez: