El escapista Alfred Cobami se ha desecho de las cadenas, grilletes y esposas que lo inmovilizaban, ha salido de un saco y ha escapado de un cajón de madera sellado alcanzando la superficie del río Guadiana en poco más de doce segundo segundos, consiguiendo así batir el récord del mundo de escapismo esta tarde, dentro de las actividades de la feria de Mérida y con el patrocinio de la Capitalidad Iberoamericana de la Cultura Gastronómica, título del que Mérida gozará en 2016.
Cobami tenía el récord mundial de escapismo en aguas abiertas desde 2007, y hoy lo revalidó en un espectáculo que estaba previsto para las once de la noche, pero que se adelantó a las siete de la tarde por motivos de seguridad, según pidieron los Cuerpos de seguridad que han participado en su preparación. El alcalde de Mérida Antonio Rodríguez Osuna, que presenció el espectáculo muy cerca, certificó que el escapista estaba inmovilizado cuando entró en la caja.
Una grúa situada en un carril del puente Lusitania fue la encargada de descender al escapista que, una vez sumergido en las aguas del Guadiana y después de desahacerse de las cadenas y esposas, alcanzó la superficie del río. Allí fue ayudado por buzos y miembros de Cruz Roja , que le subieron a la caja, y con el pulgar hacia arriba, saludó a los espectadores que le aplaudían mientras regresaba al punto de salida del puente Lusitania.