- La celebración del Día Mundial de la Salud Mental el 10 de octubre es una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH, en sus siglas en inglés) que se celebra en más de 100 países.
La fachada del Ayuntamiento, la muralla y el puente romano, se iluminarán mañana en color naranja con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, como así se hará en otras ciudades del país.
La celebración del Día Mundial de la Salud Mental el 10 de octubre es una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental (WFMH, en sus siglas en inglés) que se celebra en más de 100 países.
Cada año esta organización propone un aspecto de la salud mental, bajo la forma de lema, junto a unos contenidos sobre este tema.
En España, supone una de las principales citas en las que todo el ámbito de la salud mental, y en especial el conjunto del movimiento asociativo SALUD MENTAL ESPAÑA, muestra a la sociedad la labor que realizan, visibiliza la situación de las personas con problemas de salud mental y sus familias y se reivindican públicamente los derechos de este colectivo.
La campaña incluye las principales reivindicaciones de SALUD MENTAL ESPAÑA en este ámbito, que son la siguientes:
- Implicación de las empresas en generar entornos seguros, saludables e inclusivos, donde se cuide y se hable de salud mental, sin tabúes ni prejuicios.
- Impulso, por parte de la Administración pública, de medidas contra la precariedad laboral y el control de riesgos laborales y psicosociales en las empresas.
- Implementación en las empresas de un sistema de apoyos y adaptaciones al igual que se adaptan los lugares de trabajo para otras discapacidades, respetando además la privacidad de la persona.
- Recursos que faciliten la inserción laboral de las personas con trastorno mental, como la formación laboral, la inserción laboral en puestos de empleo ordinario, el fomento el empleo con apoyo y los Centros Especiales de Empleo.
- Cumplimiento de las cuotas de reserva de empleo para las personas con discapacidad (actualmente 10%), tanto en la Administración pública como en el sector privado, y que el cupo reservado para las personas con trastorno mental sea de, al menos, el 2%.