Las Jornadas, organizadas por el Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad y el Ayuntamiento de Córdoba, se celebraron el 16 de octubre, con la colaboración del Ministerio de Cultura y Deporte
En las jornadas han participado expertos y representantes de las 15 Ciudades Patrimonio de la Humanidad
Las jornadas concluyen destacando que “la artesanía tradicional podría ser el bastión de diferenciación de la oferta comercial tradicional de un Centro Histórico, que en muchos casos es genuina de cada zona y además es patrimonio inmaterial”
El Centro de Recepción de Visitantes de Córdoba ha acogido las jornadas técnicas organizadas por el Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, bajo el título ‘La reactivación económica y sostenible en los cascos históricos’, que ha reunido a representantes de las 15 ciudades, en un encuentro coordinado por la Delegación para el Centro Histórico del Ayuntamiento de Córdoba y con la colaboración del Ministerio de Cultura y Deporte. El documento de conclusiones, con el acuerdo de las 15 ciudades, especifica que “es evidente señalar que las franquicias no crean una identificación del casco, todo lo contrario, y su falta de control y regulación supone una banalización del paisaje comercial que no aporta diferenciación alguna sobre otras zonas comerciales de otras ciudades. Por tanto, la posible protección no sólo debe abarcar el patrimonio urbanístico/arquitectónico sino igualmente, y con más ímpetu, el patrimonio comercial tradicional”.
En las jornadas han participado las 15 Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, todas ellas con cascos históricos inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO: Alcalá de Henares; Ávila, Baeza, Cáceres, Cuenca, Ibiza/Eivissa, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de La Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda, además de Córdoba, la anfitriona de estas jornadas.
En las conclusiones se subraya que “el propio comercio debe ser parte activa de la transformación que existe en el mercado y en el consumidor, en los nuevos tiempos, y por tanto la fidelización de sus clientes debe ser la máxima en todo su proyecto de futuro. Hablamos de aquellos elementos que lo hacen diferente, y en el caso de la artesanía, podría ser ese bastión de diferenciación de la oferta comercial tradicional de un Centro Histórico. Se concluye, asimismo, como consecuencia de las aportaciones de los asistentes que la propia artesanía, en muchos casos genuina de cada zona, es ciertamente patrimonio inmaterial”.
Jaime Jover, Doctor en Geografía (2017) por la Universidad de Sevilla, e investigador en el Departamento de Geografía Humana, y experto en la intersección de la geografía social, la teoría urbana y los estudios patrimoniales, planteó a través de su ponencia “Geografía comercial de los centros históricos”, una experiencia concreta del caso del Centro Histórico de Sevilla, con relación al amplio estudio de campo y de evolución en el último cuarto de siglo llevado a cabo en esta zona, y en relación a la entrada y salida de franquicias, grandes firmas y finalmente del comercio tradicional, una evolución que supone un cambio total a tener en cuenta en unas zonas que requieren de una atención y sensibilidad especial.
Varios aspectos se destacaban de su estudio, desde la evolutiva disminución de la población en esta zonas por la falta de servicios, accesos, movilidad, entre otros aspectos, así como por los inconvenientes proyectados por un turismo de masas, que repercute directamente en la pérdida de un comercio de proximidad, en muchos casos tradicional. En el documento de conclusiones se hace constar que “estas transformaciones que son globales y no específicas de una zona concreta, significan la gentrificación también comercial, lo que está llevando a la subida de los precios de alquiler de los locales y por tanto la posibilidad de acceso sólo de un determinado comercio, nada que ver con el tradicional y de cercanía”.
Jover explicó “experiencias interesantes, como el Catálogo de Comercios Tradicionales llevado a cabo por la Cámara de Comercio, con el objeto de su identificación, pero las acciones no deben quedarse sólo en elementos puntuales, y deben ser sin duda actuaciones de mayor calado en cuanto a su alcance de acción y tiempo” y puso el acento en que “no debe contemplarse su incentivación temporal y sin un objetivo de futuro claramente definido, que es lo que habitualmente viene sucediendo”.
La segunda ponencia, a cargo de Paula Cordeiro, arquitecta por la Universidad Técnica de Lisboa (Portugal), y Máster en Conservación del Patrimonio por el Centro Raymond Lemaire de Lovaina (Bélgica), se basó en sus experiencia en la Unidad de Patrimonio Histórico de la Ciudad de Bruselas como arquitecto y director de la Grand-Place, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y por tanto responsable de los proyectos de restauración y de la coordinación del plan de gestión de este espacio emblemático de la capital europea. Bajo el título “Buenas prácticas en Bruselas (Bélgica) referente a la expresión comercial de su Centro Histórico”, defendió el equilibrio entre comercio, turismo y residentes.
Desde 1998, la Grand-Place fue incluida en la lista del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, y diez años más tarde, se elaboró su Reglamento Municipal de Urbanismo de la «Grand Place UNESCO Patrimonio – Expresión Comercial», que incluye una serie de disposiciones específicas que rigen las intervenciones en las actuaciones comerciales. Según Paula Cordeiro, “para fomentar la venta minorista de calidad, la ciudad de Bruselas también viene adoptado medidas, en colaboración con las asociaciones de minoristas, para mejorar la expresión comercial y fomentar la creación de tiendas diversificadas y de alta calidad”.
En este sentido expuso que “se ha de intervenir en la parte burocrática igualmente, ya que los permisos de obra han sido en algunos casos extremadamente complicados al ser edificios protegidos, por lo que se ha de buscar las fórmulas, que si bien protejan el patrimonio, no conlleven la paralización de las actuaciones sine die, y por tanto sus efectos en el tiempo sean aún más perjudiciales”.
Asímismo argumentó que “es necesario una colaboración de todas las partes para conseguir una homogeneidad de los locales, creando y diseñando actuaciones que no son fáciles en muchas ocasiones. Es fundamental apoyar y asesorar a quienes quieren abrir comercios, por lo que tenemos un equipo de expertos que ayudan en este cometer, fundamental para mantener vivo estos espacios. Es necesario esta proactividad desde nuestras instituciones para favorecer estos emprendimientos”.
En opinión de Paula Cordeiro, ”hablamos de un proyecto de tematización global y de amplio alcance, pero siempre muy lento a nivel burocrático. Se trata de intervenciones muy ambiciosas en muchas ocasiones que requieren asimismo de una importante sensibilización de los comerciantes, de los propietarios y de los residentes, así como de incentivar el asociacionismo que apoye e inicie por ellos mismos, iniciativas que pongan en valor estos espacios singulares. Concretamente en Navidad se vienen poniendo en marcha iniciativas para iluminar las calles, con el efecto de animar y atraer a los consumidores a los comercios”.
La última ponencia de la jornada fue a cargo de Ricardo Castilla Ceo-Fundador del Instituto de Investigación Andaluz CONCEPTO y responsable del “Programa diagnóstico y de actuación para el sector comercial del Centro Histórico de Córdoba”, que precisamente se presentaba en estas jornadas. Profesor de la Universidad Loyola en el Departamento de Gestión, atesora importantes experiencias en el caso del comercio minorista como consultor y ejecutor de programas de dinamización comercial para el sector minorista en diferentes capitales, como localidades de provincia.
En su intervención puso de manifiesto “la necesidad de contar con una actividad comercial minorista con mucha vitalidad en los Centros Históricos, ya que suponen piezas fundamentales para la supervivencia de estas zonas singulares. Para atender las necesidades de este sector, es necesario su identificación y su participación directa para el desarrollo de planes de actuación que ayuden a su reactivación y su desarrollo sostenible, motivo por el cual el consistorio de la capital solicitó el presente programa de estudio, y con el cual se quiere abordar los próximos años un Plan Director de actuación para el sector”.
En todo caso, de su intervención se destaca “la necesidad de la diferenciación de la oferta comercial existente a cada uno de los cascos históricos, y por ello es fundamental reconocer e identificar, para posteriormente potenciar y posicionar esa oferta concreta como el concepto-valor que haga diferenciador, junto a la suma con el conjunto patrimonial, cultural e histórico de esa zona, una experiencia a quien desee visitarla. Y es que se pone de manifiesto la necesidad de ofertar un valor experiencial único en cada Centro Histórico, un valor que puede venir precisamente de su oferta artesanal genuina existente en cada lugar”.
El estudio, cuyos resultados se presentaron, pone el énfasis, desde el conjunto de la oferta comercial existente, en “la necesidad de buscar, apoyar e incentivar esa oferta experiencial, reafirmando al sector artesanal como ese elemento diferenciador que puede ser ejemplo en cualquiera de los Centros Históricos de nuestro país, un sector artesanal que requiere de actuaciones concretas en todos los ámbitos de acción, económico, formativo, de emprendimiento, de gestión de la imagen y calidad de los productos, de los lugares expositivos, entre otros aspectos”.
Otras actuaciones, como la necesidad de apoyar y dinamizar el turismo local y de cercanía; la necesidad de diagnosticar e identificar iniciativas de apoyo a una mejor y mayor calidad de vida de los residentes actuales y de atracción posible para nuevos residentes, también se pusieron sobre la mesa, junto con la aplicación del Plan de Gestión del Casco Histórico, en estos momentos en fase pública de trabajo, y que es uno de los cincos ejes estratégicos de la capital de Córdoba para el actual consistorio.
La posterior mesa de trabajo abordó cada una de las conclusiones de las ponencias anteriores, reafirmando como elemento concluyente la necesidad de buscar ese elemento diferenciador experiencial en cada Casco Histórico, ese elemento que puede venir precisamente del apoyo y dinamización del sector artesanal que cada localidad tiene de forma genuina.
“La necesidad de equilibrio, o como se reafirmaba en las ponencias, de convivencia, pero sobre todo de connivencia, que conlleva en este caso el acuerdo, junto al reconocimiento de sacrificio para la obtención de un bien mayor para todas los actores que confluyen en estas zonas singulares, es sin duda la base para emprender un camino, que bien merece la pena recorrer”, señala el documento de conclusiones.
La finalización de la Jornada coincidió con el triste desenlace de la desaparición del joven cordobés Álvaro Prieto y que supuso por parte del Ayuntamiento de Córdoba el decreto de un día de luto oficial en todas las actividades relacionadas y organizadas por el Consistorio, circunstancias que llevaron a la suspensión de las Jornadas previstas para el día 17 de octubre.
La organización estudia la posibilidad de llevar a cabo vía videoconferencia o a través de otras actuaciones, las tres ponencias previstas: “La Artesanía como patrimonio cultural inmaterial: retos y oportunidades para el Turismo Cultural” por parte de María Subrá, Cofundadora de la Asociación Contemporánea de Artes y Oficios, así como la ponencia “El impacto económico de los bienes culturales Patrimoniales de la Humanidad: El caso de la Mezquita”, a cargo de la Doctora de la Universidad Loyola Pilar Campoy. Finamente, quedó también pendiente la ponencia y presentación del “El Libro Verde para la gestión sostenible del patrimonio cultural: una nueva herramienta”, a cargo de Silvia Rodríguez-Bermejo Martínez, Jefa de Área de Protección de Patrimonio y Proyectos Europeos, en la Subdirección General de Gestión y Coordinación de los Bienes Culturales Ministerio de Cultura y Deporte.