El Ayuntamiento de Mérida se unirá a la celebración de la Hora del Planeta, y así el próximo sábado 24 de marzo, de 20:30 a 21:30, apagará la luz del Arco de Trajano para conectarnos con el planeta. La Hora del Planeta 2018 servirá para demostrar que ya no hay vuelta atrás y que, juntos, somos parte de la solución al cambio climático. Y desde Mérida queremos ser energéticamente eficientes y llamar la atención sobre el inminente cambio climático.
Este pequeño gesto es un símbolo de un esfuerzo constante para construir un futuro sostenible por el que se apuesta desde este equipo de gobierno. Debemos actuar como vectores de cambio y superación de modelos energéticos obsoletos basados en los combustibles fósiles. Tú también puedes unirte a la campaña. Estamos viviendo una época que está encadenando los años más cálidos de la historia con prolongadas olas de calor y sequías, fenómenos meteorológicos extremos cada vez más frecuentes y desplazamientos de pueblos debido al cambio climático que, además, es ya una de las principales causas de pérdida de biodiversidad.
Estamos en un trienio clave para asegurar un futuro sostenible. La Hora del Planeta de WWF pretende volver a movilizar a más 7.000 ciudades del mundo para demostrar el apoyo global a la acción contra el cambio climático y en favor de la biodiversidad apagando las luces de sus principales edificios y monumentos.
La Hora del Planeta nació hace ahora 11 años, en Sidney, como gesto simbólico para llamar la atención sobre el problema del cambio climático. Apagar las luces de hogares, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora fue la sencilla acción que después articularía un creciente movimiento mundial por el Planeta. El pasado año participaron miles de ciudades de 187 países del mundo que apagaron más de 12.000 monumentos y edificios icónicos, uniendo a ciudadanos, empresas, ayuntamientos e instituciones en un movimiento imparable.
Ya no hay vuelta atrás. El Acuerdo de París de las Naciones Unidas establece 2020 como fecha límite para empezar a aplicar los compromisos de disminución de emisiones de CO2 en todo el mundo, y ese mismo año, el Convenio sobre Diversidad Biológica espera que se hayan cumplido alguno de sus objetivos más importantes, como el relativo a que seamos conscientes de la importancia de la biodiversidad –los seres vivos con los que compartimos el Planeta- y las medidas que podemos adoptar para frenar y evitar su pérdida.
Los municipios tienen una gran responsabilidad en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y frenar la pérdida de diversidad biológica: disminución del consumo energético, potenciar el autoconsumo, promover la movilidad sin emisiones, reverdecer las ciudades, limpiar ríos y bosques son medidas que muchos municipios ya están realizando. Y deben informar y sensibilizar a sus ciudadanos para que adopten una forma de vida más sana y responsable con el clima y con el resto de los seres vivos.