- Se trata de la primera fase de este nuevo Museo al aire libre que permitirá que “Mérida será un referente en el arte urbano que permitirá que la ciudad y su barriada de La Antigua sea un destino destacado en los circuitos de muralismo en España”, Rodríguez Osuna
- Cinco artistas llevan semanas trabajando con los vecinos y vecinas de la barriada para que su proyecto de creación artística sea único, singular y tenga un sentido que transforme la barriada
- “Seguimos trabajando para ampliar el circuito turístico de la ciudad y con ello la dinamización de nuestra economía, la transformación de zonas como ésta y la posibilidad de que la ciudad siga creciendo”, ha aseverado el alcalde
El Museo de Muralismo Contemporáneo de Mérida, MUMCO, ya es una realidad. El alcalde, Antonio Rodríguez Osuna, ha presentado hoy ante los medios de comunicación, miembros de la asociación de vecinos de La Antigua, y los artistas implicados, el proyecto de transformación artística que vivirá esta barriada emeritense.
Se trata de la primera fase de este nuevo Museo al aire libre que permitirá que “Mérida será un referente en el arte urbano que permitirá que la ciudad y su barriada de La Antigua sea un destino destacado en los circuitos de muralismo en España”, ha recalcado el alcalde en su visita.
“El turismo la pintura mural, el arte urbano, está en auge en las últimas décadas en las principales ciudades europeas y capitales del mundo. Llevar a cabo este proyecto nos situará en el mapa mundial, y provocará que este barrio se convierta en un referente con una transformación a medio largo plazo donde iremos creciendo”, ha explicado Rodríguez Osuna.
El alcalde ha reseñado que la primera fase, con los cinco artistas que se encuentran trabajando ya en las fachadas de la barriada, será sólo el primer paso de este gran proyecto artístico. “Comenzamos con murales, pero próximamente veremos esculturas, instalaciones temporales, participación artística de diversos colectivos”, puntualizaba.
“La Antigua se convertirá en el punto de encuentro entre los amantes y curiosos del arte urbano y del muralismo. Ejemplos de barrios que se han transformado, revalorizado sus viviendas, que se han posicionado en los principales circuitos artísticos y culturales del mundo los hemos visto en múltiples capitales”, ha narrado el alcalde emeritense.
Rodríguez Osuna, que ha estado acompañado por la Portavoz, Carmen Yañez, y la delegada de Cultura, Silvia Fernández, a quienes les ha agradecido el trabajo y las gestiones para que sea una realidad este proyecto, con las consecución de fachadas, permisos y contratación de artistas de renombre, ha querido destacar que “Mérida, suma su patrimonio de la humanidad por la Unesco, su amplia oferta cultural, deportiva y lúdica, su agenda internacional de festivales de teatro, música flamenco o sus fiestas más representativas…este museo al aire libre. Seguimos trabajando para ampliar el circuito turístico de la ciudad y con ello la dinamización de nuestra economía, la transformación de zonas como ésta y la posibilidad de que la ciudad siga creciendo”, ha aseverado el alcalde.
Trabajo artístico
El MUMCO Mérida ofrecerá la obra de cinco artistas y colectivos internacionales. Cada uno de ellos, en esta primera fase del museo, han visitado la ciudad, se han reunido con las asociaciones vecinales y culturales y han intercambiado experiencias con agentes culturales y sociales de Mérida. Estos encuentros han marcado el punto de partida para el diseño de cada uno de los murales, por parte de sus autores. El guiño a la relación entre turismo y barrio es la temática transversal en esta primera fase del MUMCO Mérida. Este museo al aire libre se basa en la corriente artística del muralismo que comenzó en México a comienzos del siglo XX. Desde entonces se ha extendido por todo el mundo, hasta ser un fenómeno cada vez más popular.
“El muralismo puede ser utilizado como una gran herramienta de inclusión social, y este es uno de los objetivos de los nuevos espacios murales en la ciudad”, ha aseverado Rodríguez Osuna. La pintura mural se ha desarrollado en los últimos años como una forma de arte prácticamente independiente.
La repercusión alcanzada por muchos artistas urbanos y el impacto de sus trabajos en paredes de gran formato, han hecho del muralismo contemporáneo una herramienta social con la que acercar el arte a la gente a través de la mejora estética de los núcleos urbanos, enriqueciendo así la calidad de vida de los ciudadanos.
Un museo del muralismo debe ofrecer, como hace el de Mérida, murales originales sobre muro o sobre otros soportes, además de múltiples referencias artísticas, literarias, croquis, materiales y explicaciones técnicas, para demostrar el valor y complejidad del movimiento. Poco a poco se iría construyendo al muralismo como un lenguaje con múltiples variantes, históricas y tecnológicas.
De esta manera, resalta el alcalde, esta primera fase del museo plantea una selección de artistas a partir de “una trayectoria internacional contrastada, independientemente de su origen, diversidad de estilos que aseguren la representación de las diferente corrientes actuales del muralismo contemporáneo y las multiplicidad de miradas sobre una misma temática y paridad de género y geográfica”.
Artistas del MUMCO Mérida
Mina Hamada (Japón).
Partiendo de procesos colaborativos con niñas y niños aplicados en otros proyectos, la artista japonesa plantea para Mérida la recreación de un mundo imaginario conformado a partir del deseo de ciudad de su población infantil, para lo que se invitó a participar a todos los colegios de la ciudad interesados. Para ello, tras la visita previa, se les remitió el material didáctico diseñado para la ocasión junto a un pequeño video donde la artista, mediante instrucciones muy sencillas, pedía a los niños su participación, dibujando lo que les suscitaba la siguiente pregunta: “¿Cómo harías Mérida más feliz?”. Se recibieron más de 100 dibujos de varios colegios de la ciudad gracias a la colaboración de su profesorado del ciclo infantil. El mural se sitúa en una de las entradas al barrio, cuya visión estratégica permite contemplar a la vez la obra y el colegio público de La Antigua, de tal manera que ambos compartan gama cromática.
Una pieza mural que conserva el estilo propio de la artista japonesa/americana, mediante la reinterpretación de los dibujos presentados por las niñas y niños emeritenses. La importancia que la población infantil ha dado a las relaciones personales en sus dibujos, hace que Mina, por primera vez en su carrera (lo que destaca el valor único de este mural en su trayectoria) incorpore la figura humana, junto a otros elementos que las niñas y niños han incorporado en sus deseos de ciudad, como animales libres, naturaleza, parques o juegos. Dentro de lo característico de esta pieza, destaca la inclusión compositiva de dos árboles dispuestos frente al muro, y que Mina incorpora, mediante el juego visual de lo que permiten ver entre sus ramas y lo que ocultan, variando la visión del mural, según vayan pasando por delante las diferentes estaciones del año.
Colectivo Licuado (Uruguay)
La selección de este colectivo uruguayo parte en gran medida por sus trabajos especializados en la tradición y folclore de los territorios donde intervienen. En este caso, la relación directa con la asociación de folclore de La Antigua ha sido clave, recabando información sobre la historia del grupo, sus bailes y festejos, para focalizar, finalmente, en la importancia de sus ropas, como elemento de simbiosis entre barrio y ciudad. La larga trayectoria del colectivo formado por Camilo y Florencia como miembros de grupos folclóricos en su Uruguay natal, facilita este intercambio.
La ubicación del mural se plantea, dentro de los muros practicables, como el más cercano a la sede de la asociación de vecinos, lugar donde ensaya el grupo así como guardan algunas de las ropas que inspiran la obra. De la misma manera, esta pieza se convierte en el primer mural que se incorpora en una de las principales avenidas del barrio, donde se irán añadiendo diferentes obras, que deben significarse con la inclusión cromática y conceptual de su entorno específico. La composición se centra en una serie de figuras de fisionomía cercana al arte de la cultura clásica, como una de las primeras conexiones que enlaza al colectivo con el contexto. No obstante, dado el alto valor que el folclore aporta como elemento de identidad compartida por barrio, ciudad y región, el movimiento de sus bailes protagonizan la composición, sin perder la esencia de los trabajos de Licuado. De esta manera, una colección de figuras danzantes (actualizadas del de los danzantes de representaciones grecorromanas) se distribuyen por el muro, prestando especial atención a los detalles de sus prendas y los trajes propios de la zona.
Daniel Muñoz (Extremadura).
Interesado en cómo se han desarrollado las relaciones entre dos espacios públicos, la viviendas sindicales de La Antigua y el Circo Romano, como extensión de las relaciones entre turista y ciudadanía, Daniel centró sus investigaciones en diferentes entrevistas y visitas a responsables y espacios tanto del barrio como patrimoniales de la ciudad de Mérida. El mural se ubica en una de las medianeras colindantes con el Circo Romano, cuya visibilidad siempre es compartida por ambos espacios, condición que completa el significado de la pieza.
La simulación de una estantería o vitrina, con diferentes elementos escultóricos aparentemente romanos o de cultura clásica (a caballo entre el almacén de un museo y el expositor de una tienda de réplicas romanas), recrea en realidad, una colección de esculturas de lo que parecen turistas en actitud de fotografiar el patrimonio que visita. Coronando la medianera, en letras de forja y tipografía propia de los letreros de entrada a los museos, se puede leer la palabra DESIDERATVM. El origen y simbología de la pieza, parte de uno de los objetivos principales de este museo, ampliar las rutas culturales hasta el barrio de La Antigua, dada su proximidad a un entorno patrimonial de interés turístico, desde lenguajes contemporáneos. A nivel contextual, se une al deseo expresado por los vecinos del barrio de convivir con el turismo, según han compartido durante las reuniones previas.
De esta manera, el mural simula la inclusión literal de los turistas en La Antigua, respondiendo a este anhelo. En definitiva un análisis simbólico y abierto a interpretaciones sobre como ciudadanía y turistas se relacionan entre sí, en una ciudad Patrimonio de la Humanidad, como Mérida.
Reskate (Cataluña/ País Vasco).
Sus investigaciones han partido de las diferentes entrevistas mantenidas con los vecinos y focalizadas en su relación con la ciudad de Mérida. Una información se ha complemente con el interés por los principales iconos identitarios del ciudadano emeritense. Casi el único mural que mira hacia el centro de la ciudad, apelando a lo compartido entre La Antigua y Mérida. Se trata de un mural fotoluminiscente, cuya técnica hace únicos los trabajos de Reskate y les diferencia por todo el mundo, de tal manera que la visión durante el día, se complementa y completa con la incorporación de elementos solo visibles, durante la noche.
De esta manera, el colectivo decide partir de la representación desacralizada de Eulalia de Mérida como niña y que apela a una de las realidades del barrio, la brecha intergeneracional, a través de un icono compartido por todas y todos los y las emeritenses. El relato recogido en el barrio sobre la ausencia de interés de los jóvenes en el relevo generacional desde el activismos asociativo, se ve representado por esta niña, Eulalia, oculta tras la bruma (en referencia a al mito de la “niebla de la mártir”) durante el día, portando una pequeña y floreciente planta de palma entre sus manos, para aparecer por la noche, orgullosa y esperanzadora, como símbolo de las nuevas generaciones y sus anhelos que deben encontrar futuro en el contexto.
Spok Brillor (Madrid).
Representante de lo que podemos considerar como arte urbano de la vieja escuela, Félix visita el barrio y sus habitantes interesado en la arquitectura social de mediados del siglo XX y su relación con la realidad de sus vecinos. Para esta pieza se elige una de las medianeras más características de “las sindicales” ya que es prácticamente la única que se aleja del trazado en paralelo propio de la fisionomía urbana del barrio, lo que propicia el juego de perspectivas que el mismo contexto físico aporta y que define una de las nuevas líneas de trabajo de Spok Brillor.
La puesta en valor de unas viviendas sociales, a priori sin valor arquitectónico, eleva su fisionomía a la categoría de obra de arte, mediante su relectura creativa a través del juego de formas y perspectivas, que confundan lo real con lo figurado. La incorporación (simulada en hiperrealismo) de imágenes antiguas del entorno en formato postal, encuentra en sus vecinos y su historia, el auténtico valor del barrio, a través de lo que en gran parte les significa, sus viviendas, imagen icónica de La Antigua. Un elemento que añade además el guiño a la relación entre turismo y barrio, como temática transversal en esta primera fase del MUMCO Mérida.
Antonio Rodríguez Osuan y Mina Hamada: