La obra de Pérez Indiano, natural de Valencia del Ventoso, se resume en un estilo muy personal, centrando su obra principalmente en el retrato, con la técnica del grafito sobre papel. Plasmando la esencia y la personalidad de cada personaje en sus trazos, haciendo que vibren y cobren vida.
La veintena de obras que componen esta muestra, es un homenaje a la más pura esencia de Extremadura: la de sus gentes. Un paseo por el tiempo, y su concepción desde la inocencia de la infancia hasta llegar a los rostros curtidos y trabajados por la dureza del campo. En cada mirada se traza una línea entre los retratados y el espectador, haciendo una extensión más de la obra y entablando una conversación perdida en el tiempo, de historias vivas del día a día.
La afición a la pintura y al dibujo de José Tomás comienza desde temprana edad, centrando su interés por la pintura clásica y religiosa principalmente. Sus pintores de cabecera son El Greco y Zurbarán, éste primero por el dominio de los colores atrevidos y su peculiar forma de innovar en una pintura marcada por la escuela italiana, evolucionando hacia un estilo personal caracterizado por sus figuras alargadas y con una gama de colores buscando los contrastes. Así mismo, Zurbarán ha ejercido una fuerte influencia sobre él, hasta el punto de que se ha inspirado en su pintura, el cual revela una gran fuerza visual y un profundo misticismo.
En su corto historial en el mundo de la pintura, cuenta con el primer premio en varios concursos anunciadores del carnaval, sus pinturas han ilustrado portadas en revistas patronales y de romerías. Sus obras pueden contarse por gran parte de la geografía de nuestro país, pero predominan en colecciones particulares de la provincia de Badajoz y Sevilla, entre otros.