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El proyecto de red de huertos educativos busca la sensibilización y el respeto por el medio ambiente

29/09/2016 | Educación, Parques y Jardines

CEIP Ciudad de Mérida

CEIP Ciudad de Mérida

CEIP Suárez Somonte

CEIP Suárez Somonte

Con las nuevas incorporaciones de la Cooperativa Docente Atenea, la Escuela de Arte, el instituto Extremadura y la biblioteca nacional Jesús Delgado Valhondo, se han iniciado las actividades de la Red de huertos educativos de Mérida, un proyecto que busca la sensibilización y el respeto con el medio ambiente y en el que se implican los colegios e institutos de la ciudad, con la colaboración de las delegaciones municipales de Educación, Agricultura y Parques, Obras y Jardines, además del centro especial de empleo La Encina y el centro ocupacional Proserpina.

La actividad se hace en los propios colegios (en las fotografías alumnos de los colegios Suárez Somonte y Ciudad de Mérida) y los colegios que no tienen patio exterior se les adaptan maceteros para que puedan cultivar los productos hortofrutícolas.

 Los protagonistas de este proyecto es el alumnado y profesorado  de los diferentes centros educativos de la ciudad que ha adquirido el compromiso de llevarlo a cabo: CASA DE LA MADRE, EMERITA AUGUSTA, ANTONIO MACHADO, CIUDAD DE MÉRIDA, DION CASIO, FRANCISCO GINER DE LOS RÍOS, JUAN XXIII, JOSÉ MARÍA CALATRAVA, MAXIMILIANO MACÍAS, PABLO NERUDA, TRAJANO, NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE (Josefinas), SANTA EULALIA (Escolapias), IES SÁENZ DE BURUAGA, MIGUEL DE CERVANTES, OCTAVIO AUGUSTO, FEDERICO GARCÍA LORCA, COOP. DOC. SAN JUAN BOSCO, IES ALBARREGAS, CEIP SUÁREZ SOMONTE, NTRA. SRA. DE LA ANTIGUA, COOP. DOC. SANTA EULALIA, BIBLIOTECA PÚBLICA JESÚS DELGADO VALHONDO, COOP. DOC. ATENEA, IES EXTREMADURA y ESCUELA DE ARTE Y SUPERIOR DE DISEÑO.

Un huerto educativo es un laboratorio vivo en el centro escolar, un elemento globalizador de las diferentes áreas del conocimiento. Con las actividades que se realizan se desarrolla la socialización y el trabajo en equipo, organizado y respetando los turnos naturales, favoreciéndose la valoración del propio esfuerzo y su relación con el aprecio a los productos conseguidos, la importancia de la constancia y el orden, etc.

Trabajando con elementos tan primarios y vitales como la comida, el agua, la tierra y el sol, el huerto escolar nos proporciona el soporte idóneo para que se materialice el espíritu creador del niño y la niña de forma tangible, además de trabajar los valores medioambientales y ecológicos. Cada centro educativo cultiva y gestiona el huerto de manera independiente, según su programa educativo y sus características, es decir, cada centro posee total autonomía en la concepción de las  dimensiones y tipos de huerto, grupos que lo utilizan como recurso metodológico y la forma de utilizarlo pedagógicamente. Por supuesto, comprometiéndose a respetar y aplicar los principios acordados para el huerto educativo y ecológico.