
La Organización Mundial de la Salud (OMS, 2006a) define la Salud Sexual como “un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad”
Y, enfatiza, en que requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
También, para que la Salud Sexual se logre y se mantenga, los Derechos Sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud.
La Educación Sexual Integral (ESI) es una herramienta indispensable para la Salud Sexual, pues el desconocimiento de cuestiones relacionadas con la sexualidad y mitos o creencias erróneas sobre las mismas, guardan una estrecha relación con problemas de salud, de relación interpersonal y/o de la calidad de vida de la población.
Sin duda, sin Salud Sexual no puede haber Salud Mental.